PARA AQUELLOS QUE AMAN

 

Llamo la atención de todos aquellos que tienen un gran amor a su lado, que lo abandonan sin  atenderlo arrastrados por su pasado,haciendo que agonice dai tras dia hasta su completa desaparición.,                                                                                                                                          

Mi más profundo agradecimiento a… mi gran amor, con el que camine por la vida, porque gracias a él conozco cada día el sentido de amar y ser amada.

Hoy me he vuelto a levantar lentamente, para empezar un nuevo día en la que mi infancia vuelve, desayuno, como si por unas horas supiera que mi alma queda liberada . El silencio por unos instantes me envuelve y me reconforta… tan sólo por unos instantes, porque sé que el miedo volverá a imponerse como norma estricta. La tensión romperá mi angustia preguntándome…

Castigarme…, ¡tantos castigos a lo largo de tantos años! Tantos golpes, tantas ganas de que el silencio volviera a ser mi compañero del alma. Pero ahora te has marchado. Retomo mi vida, mi pulso. Como si de un maratón se tratara, intento aprovechar esta soledad, respirar, moverme, caminar, hablar. Pero siempre estás ahí, como si se tratase del aire que respiro, necesario para vivir porque si me faltas me ahogo, pero tan cargado para mí que me asfixia. Mi soledad vivida, deseada, implorada para que la puerta no se abra de nuevo.                                                                                                                                                          
Pero el tiempo pasa y llega el instante de enfrentarme a la realidad diaria.                                                  
Siento el primer golpe. Me duele. Me encojo sobre mi propio cuerpo en un intento desesperado porque todo pase, todo me da igual. Quiero que pase pronto. siento un inmenso vacío. Cada golpe supone un     porqué martilleando mi mente. ¿Dónde está mi error? ¿En qué me equivoqué?                                          
  El dolor se hace intenso. No escucho tu voz, ¡ya no! Tan sólo me pregunto cuándo acabará. Cuándo curare mis heridas.                                                                                                                                                  
¡Cómo ha pasado el tiempo desde aquél día en que te acercaste a mí, tan caballero… tan humano! Cuando por primera vez me cogiste la mano, y cuando con la suavidad del viento, cerré mis ojos y me diste aquel primer beso. Mi alma se encogió con el contacto de tus labios. ¡Qué sensación más lejana! ¡Qué sutil puede ser el deseo! Nuestra primera vez… nuestros abrazos.                                                                                    
"¡Lo siento, mi amor!", lo siento, no sé lo que me ha pasado, no volverá a ocurrir. Perdóname.", te vas a tu sillón, te sientas y guardas silencio. No me hablas. No me miras.                                                                  
¡Y a pesar de todo sigo a tu lado!, porque tengo el profundo convencimiento que te amo. Si supieras, amor, cuántas veces desearía abrazarte, besarte, quererte y mimarte. Cuántas veces he pensado en fundirme       contigo en un abrazo sin final, en el que el mundo de alrededor se esfumase                                               

Tengo tanto amor que ofrecerte y no puedo sacarlo. Si pudieras imaginar la ternura que todavía tengo para ti, y sin darme cuenta lo ahogo con cada grito que retumba en mis oídos.                                                   
¿Qué es lo que me ha ocurrido para que en vez de construir nuestro hogar, lo destruya?                                
Pero te digo, amor, que no pierdo la esperanza… ¡Aún no! Mi cuerpo sigue recibiendo tus caricias, y tú recibes mi miedo. Mis oídos escuchan tus palabras, y tú escuchas mi silencio. Tus injustificados reproches son contestados por mis ahogados llantos.

 

 

 


 

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario